‘Campeones’ mantiene el nº1 en España

Teniendo en cuenta que es habitual que las películas desciendan su recaudación entre un 30% y un 60% de una semana para otra, incluso los estrenos más potentes, es todo un logro que Campeones, la última película de Javier Fesser, no sólo conserve el liderato en la recaudación en salas de España sino que también mantenga la cantidad recaudada en su fin de semana de estreno, 2 millones de euros, a los que suma los 700.000€ recaudados entre semana. El boca-oreja, el hecho de que sea una comedia para todos los públicos, las buenas reseñas y el buen fondo de la película seguramente hayan sido claves en este estupendo resultado.

Con ese título a la cabeza, el nuevo vehículo para el lucimiento de Dwayne Johnson, Proyecto Rampage, ha tenido que conformarse con el segundo lugar y casi la mitad de recaudación. Una película cuyo mayor aliciente, el propio Johnson, ha estado bastante sólo a la hora de generar reclamo. Sus animales gigantes mutantes no han dado nada más allá de lo rutinario en una película que no tiene mucho más recorrido que una tarde tonta delante de la pantalla.

La casa torcida, adaptación de un relato de Agatha Christie, ha entrado en quinto lugar, sin mucho ruido (la promoción ha sido la justa) y sustentada en un buen reparto coral con nombres como Glen Close, Max Irons, Christina Hendricks, Gillian Anderson, Terence Stamp o Julian Sands (¡Warlock!). Actores solventes a las órdenes del francés Gilles Paquet-Brenner.

Noveno lugar para la última novedad del Top 10, Leo Da Vinci: Misión Mona Lisa, película de animación italiana que convierte al famoso artista e inventor en el eje de una aventura para la chavalada. Animación digital raquítica para lo que estamos habituados hoy día que, aunque sea paso obligado a la hora de formar y hacer crecer nuevos profesionales fuera de Hollywood, da para preguntarse si no hay fórmulas mejores, aunque sea dentro de la animación tradicional, para trasladar una historia de este tipo a la gran pantalla. Es decir, cuando las limitaciones son evidentes y el ingenio en el guión no las compensa, ¿por qué utilizar una técnica que puede acabar jugando en contra?.